Con la próxima expedición de la Ley de Protección de Datos Personales, las compañías deberán adaptar sus procedimientos para recolectar y realizar el tratamiento adecuado de los datos personales de sus consumidores o clientes.
El correcto tratamiento de datos personales es una de las principales herramientas para que las empresas comercialicen de una manera adecuada sus productos, no solo para protección de la información personal de sus clientes, sino en beneficio de sus negocios.
El proyecto de Ley tiene como principal objetivo regular el ejercicio del derecho de protección de datos personales, la autodeterminación informativa y la circulación de este tipo de datos (Art. 1).
El principio de legitimidad (Art.9), establece las condiciones o situaciones en las cuales es legítimo y lícito la recolección y tratamiento de datos personales por parte de las empresas:
1.- Consentimiento del titular de los datos personales para su tratamiento con una finalidad específica.
El consentimiento debe ser libre, específico, inequívoco, previo e informado. Una empresa podrá realizar el tratamiento de datos personales de una persona cuando ésta lo autorice u otorgue su consentimiento, conociendo la finalidad del uso de su información.
2.- Obligación legal para el tratamiento.
En este caso la ley ordena que la compañía realice el tratamiento de datos personales de un individuo.
Ejemplo: El Código del Trabajo obliga al empleador a tener cierta información personal de sus trabajadores como domicilio, estado civil, cantidad de hijos, entre otros. En este caso la voluntad del titular de los datos es irrelevante ya que es la ley la que ordena el tratamiento de estos datos.
3.- Relación contractual.
Una empresa puede realizar el tratamiento de datos de un individuo con quien tenga una relación contractual. La limitación a este tratamiento está relacionada a los datos necesarios para el cumplimiento de las obligaciones contractuales y no podrán exceder los límites establecidos en el contrato.
Ejemplo: En un contrato de compraventa de suministros, la empresa no podrá utilizar los datos de los individuos para enviar promociones comerciales, excepto si existe una cláusula en el contrato que expresamente autorice el envío de éstos.
4.- Intereses vitales del titular.
Se podrá realizar el tratamiento de datos de una persona, si a través de este tratamiento se protegen intereses vitales del titular, tales como la protección de derechos fundamentales.
Ejemplo: Una empresa puede transferir los datos personales de una persona si este hecho ayuda a salvar la vida del individuo, como puede ser en una emergencia médica.
5.-Orden de una autoridad judicial o resolución de autoridad competente.
Si a través de una sentencia o una resolución de la autoridad competente se ordena la entrega o el tratamiento de datos personales, la empresa estará obligada a hacerlo, sin afrontar consecuencias negativas.
La legitimidad del tratamiento de datos personales no está dada solamente por el consentimiento del titular de los datos. Las empresas deberán analizar en cada situación particular cual de las condiciones mencionadas se ajusta el tratamiento de los datos personales, cumpliendo así con el principio de legitimidad.
Fuente: Revista Ekos